El otoño llegó y para poder comprobarlo con nuestros propios ojos, hicimos una salida al entorno un miércoles por la tarde. El tiempo fue buenísimo, a pesar de ser noviembre. Así que, además de coger unas cuantas castañas, nueces, avellanas, bellotas y hojas caídas de los árboles, aprovechamos para dar un paseúco. Lo pasamos genial. Trajimos de vuelta al cole las bolsas a reventar de frutos y hojas. Pudimos ver el río bien de cerca y hasta nos encontramos una oruga enorme al principio del camino. ¿Sería "La pequeña oruga glotona" del cuento que hay en la biblioteca? Algunos nos atrevimos a preguntárselo pero no nos contestó, a otros nos daba un poco de miedo y en cuanto la vimos echamos a correr hacia adelante pero lo cierto es que la pobre, salió ilesa de puro milagro porque la emoción y el interés eran tan grandes que costó mucho dejarla en su sitio sin darle una caricia o un estrujón.
Dentro de poco, celebraremos en el cole una gran Magosta donde asaremos parte de las castañas que recogimos. Otras pocas nos las llevamos a casa ese mismo día, para que nuestras familias pudieran saber de primerísima mano cuáles son los frutos que el otoño tira de los árboles.
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